¿Alguna vez has experimentado lo que se siente cuando estás haciendo dieta y no obtienes resultado?
¿Alguna vez has desistido al intentar adelgazar porque las tentaciones podían contigo?
¿Alguna vez has perdido peso pero has vuelto a recuperarlo en cuanto has vuelto a tu rutina habitual?
¿Alguna vez o varias veces?
No te preocupes, a todos nos ha ocurrido. Nos hemos frustrado, enfadado, desilusionado. Pero el truco está en mantener la cabeza alta y volverlo a intentar. ¿Por qué?
Porque aprendemos de los errores. Porque cuando inicias un proceso de adelgazamiento la mente juega un papel fundamental: es importante estar concienciados, pero no machacarnos si cometemos algún fallo.
¡El optimismo es esencial!
Si nuestra dieta es equilibrada y se adapta a nuestro estilo de vida nos resultará muchísimo más sencillo cumplirla. En el equilibrio reside la clave: comer con moderación, realizar ejercicio físico sin excedernos. Lograr unos hábitos que sean factibles de mantener a lo largo de nuestra vida. ¡Es salud lo que estamos ganando!
Mi consejo es que no desesperes, ni renuncies ante el primer obstáculo.
Confía en ti, tu cuerpo también lo hará, y los resultados no tardarán en aparecer. ¡Ánimo! ¡Date todas las oportunidades que necesites!
El cambio está en ti. Tú puedes.